En una entrada previa, hablábamos sobre kanban y la productividad: un sistema de organización de tareas, de origen japonés (lo dio a conocer Toyota) y que se popularizó décadas más tarde, aplicándose en otros sectores. En esa línea, de formas de trabajo, aprovechamos en este post para hablaros de otro sistema también muy popular, que se aplica intensamente en la industria de software: Agile.
¿De qué va Agile?
Esta forma de trabajar está principalmente enfocada en la industria del software, porque se centra en la RAPIDEZ. Se usa en proyectos donde se generan muchos cambios en poco tiempo. Eso la hace ideal para el desarrollo informático, cuando una pequeña modificación en el código de un programa puede cambiar completamente todo el proyecto.
Este enfoque ágil determina que gerentes, programadores y cualquier grupo de interés dentro de la empresa se involucre en el proceso de creación y pueda entender mejor el proyecto en su conjunto. La clave es desmenuzar el trabajo en partes pequeñas, que son las que hacen que la ejecución sea más flexible y, por consiguiente, más ágil.
Los principios de la metodología Agile
Existen 12 principios a seguir para tener éxito con la metodología Agile. Surgieron del «Manifiesto Agile«. 17 desarrolladores de software, juntos en una estación de esquí en Snowbird (Utah, Estados Unidos), definieron los puntos clave de esta metodología. Su objetivo era concretar una forma de trabajar para la industria de la programación:
- La prioridad es satisfacer al cliente. No creo que haya mucho que añadir.
- No hay que tener miedo a hacer cambios (se aprovecha cada cambio para mejorar el resultado final). Esto se refiere al típico «ya lo haré para la próxima vez«. NO.
Si es una buena idea, inclúyela ahora. Puede que después sea demasiado tarde (vamos, que espabiles y aproveches que has tenido la inspiración). Eso es ser ÁGIL. - Se procura entregar los proyectos en el plazo más corto de tiempo posible (entre dos semanas y dos meses) Se trata simplemente de un canon. Cada empresa, sector y proyecto lleva sus propias varas de medida (por semanas, meses, trimestres, semestres…).
- Los responsables de negocio y los desarrolladores trabajarán juntos (de forma cotidiana) Por experiencia personal, no se da en muchas empresas. Cuando entre colegas de oficina se habla de «los de marketing», «los de contabilidad», «los de diseño»… como si fueran seres de otros planetas . Esta forma de concebir las relaciones entre los equipos y departamentos dificulta y mucho el desarrollo de proyectos. Para combatirlo, lo mejor es contar con equipos que cuenten con miembros de diferentes roles. Eso aporta un flujo de trabajo más dinámico. Cada uno tiene su parte pero obtiene feedback del otro, sin estar enviando correos «a los otros departamentos».
- Los proyectos se construyen en torno a individuos motivados (y por ello, hay que darles el entorno y el apoyo que necesitan). Esto debería ser clave tanto para la gestión de una empresa como para la contratación de personal.
No se trata sólo de encontrar a gente preparada, sino de descubrir qué gente quiere mejorar, involucrarse y seguir avanzando. «Calienta-sillas» ya hay suficientes por el ancho mundo. - La mejor forma de comunicarse entre los miembros del equipo es el «cara a cara». Muy IMPORTANTE. ¿Cuánto podría mejorar una empresa si sus integrantes
hablaran másse comunicaran mejor?
Saber hacer las buenas preguntas, tener una -mínima- idea de dónde, cómo y con quién dar para obtener la buena respuesta y que encima todo este proceso sea rápido y efectivo. - El software que funciona bien es la principal medida del progreso. Bueno, es un buen leitmotiv para hacer mejor las cosas. Poco más que añadir a esto.
- Se promueve el desarrollo sostenible. Esto, que puede sonar a ecología NO ES ASÍ. Hablamos del desarrollo del proyecto. Y «sostenible» en cuanto a que es mejor «muchos poquitos» que «pocos muchitos«. Mejor sesiones cortas productivas que jornadas interminables perdiendo el tiempo.
- Enfocarse en los aspectos técnicos para hacer el trabajo más ágil (aún). ESENCIAL en el desarrollo de software. Se desecha el código inservible, lo que no aporta. Todo lo que se hace más simple, rápido y eficaz es sinónimo de MEJOR.
- La simplicidad es esencial. Esto ayuda a no gastar el tiempo en tareas improductivas. . Priorizar, ir a lo importante y hacer de lo esencial, lo habitual.
- Los mejores resultados surgen de equipos organizados (y autónomos). Los miembros de un equipo ágil «no necesitan» que se les diga lo que hay que hacer: atacan problemas, eliminan los obstáculos y encuentran las soluciones.
- Revisar y adaptar. A intervalos regulares, el equipo tiene que reflexionar sobre cómo lograr ser siempre más efectivo.
Los valores CLAVE de la metodología AGILE
Cuatro son los pilares sobre los que se asienta la metodología AGILE. Estos pilares son COMUNES a todos los principios y una referencia al usar este método:
- Los individuos y sus interacciones están por encima de cualquier proceso (y herramienta).
- Lo importante es que el software sea eficaz y funcional. Evita información y contenido innecesario.
- La colaboración con el cliente es más importante que la negociación de cualquier contrato
- Responder a los cambios inesperados va por delante de «seguir el plan».
Scrum
A veces leerás la palabra Scrum en relación con Agile. Se trata de un marco de trabajo para aplicar la metodología Agile. Es algo así escribir CSS (lenguaje de diseño web) con un sistema que facilita la sintaxis (como el framework Bootstrap). Para no liar más el asunto, hablaremos de Scrum en otra futura entrada.
Conclusión
Como puedes ver, existen formas diferentes de afrontar los flujos de trabajo. Sobre todo en aquellas industrias más difíciles de organizar, como la automovilística (el sistema Kanban de Toyota) o la de software (Agile). Lo importante es tener claro los principios básicos de cada método, para saber cuál nos conviene mejor. A la larga, ganaremos en tiempo y resultados.
1 comentario en “¿De qué trata la metodología Agile?”
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